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martes, 11 de diciembre de 2012

Huertos urbanos y estrategias para la sostenibilidad en el contexto de la crisis del sistema.



Resumen

Las ciudades de los países enriquecidos son sumideros de recursos y energía y generadoras de residuos. Alimentos, agua y energía son transportados hasta ellas provocando importantes externalidades. El pico del petróleo, el cambio climático, la desertificación, pérdida de suelos... entre otros impactos producidos sobre la biosfera por el actual sistema productivo amenazan la viabilidad de las ciudades tal y como la conocemos. Este artículo propone una serie de estrategias para convertir las ciudades en entornos más sostenibles: en primer lugar los espacios recuperados al coche deben de convertirse en huertas y jardines comestibles urbanos, por otra parte en las ciudades deberían de cerrarse al menos gran parte de los ciclos naturales que ahora están abiertos principalmente mediante el compostaje de materia orgánica. Finalmente se citan algunos casos pioneros de huertas urbanas.



  1. Contexto y justificación.
Las ciudades son sumideros de recursos y energía a la vez que generadoras de residuos pues los bienes que satisfacen las necesidades de sus habitantes proceden de áreas alejadas. Los residuos que generan no se reciclan, es decir se dejan abiertos los ciclos naturales del agua, carbono, nitrógeno etc. El agua es capturada en embalses y canalizada hacia las ciudades, los alimentos son producidos a distancias considerables, lo mismo podemos decir de la energía que consumen las urbes, las redes eléctricas y los sistemas de transporte, generada en gran parte mediante la quema de combustibles fósiles.


Las ciudades actuales abren todos los ciclos naturales. Se mantienen gracias a un aporte de combustibles fósiles y otros recursos no renovables que están hipotecando su futuro en forma de deuda ecológica pues la tasa de explotación de dichos recursos es superior a la velocidad de reposición de los mismos. 


El abastecimiento y saneamiento de agua se verá afectado por el agotamiento de los combustibles fósiles pues la construcción y mantenimiento de toda la infraestructura así como la depuración de las aguas negras requiere ingentes cantidades de energía. No ha de olvidarse tampoco que los embalses tienen una vida útil corta debido a los procesos de colmatación. (López et al, 2002) Algo similar ocurre con la gestión de los residuos sólidos que es muy demandante de maquinaría y energía.

Se puede decir que el sistema de producción de alimentos actual se basa en convertir petróleo y gas en comida pues para producir 1 kcal de comida se requieren quemar 9 kcal de combustibles fósiles. Funes- Monzote (1998)  Además los principales acuíferos de las mayores  áreas de agricultura intensiva del mundo están sobrexplotados y a punto de agotarse por lo que se requieren mayores cantidades de energía para extraer agua de mayores profundidades. De hecho, la correlación entre los precios del petróleo y los alimentos es de un 93% OCDE-FAO (2008). Es por ello que ante el encarecimiento de los alimentos las grandes multinacionales están acaparando tierras en países empobrecidos y expulsando a sus pobladores autóctonos. EEA (2005)


Correlación entre el precio de los alimentos y el precio del petróleo. 

En el mundo existen 100 millones de tractores que funcionan con gasoil. Los fertilizantes sintéticos (nitritos y nitratos) que nutren los cultivos de la agroindustria son derivados del gas natural. Además se utilizan fosfatos y potasas de origen mineral cuya extracción está en declive por la mayor dispersión y menor concentración de las mismas. Pesticidas, plaguicidas, herbicidas y demás biocidas son también derivados del petróleo. (Gever et al, 1986).

Evidentemente el petróleo no es infinito. En la década de 1950, el geólogo estadounidense Hubbert observó que la producción de todo yacimiento comienza a declinar tras haberse extraído entre el 30 y el 50% de su petróleo. Esto se debe al descenso de la Tasa de Retorno Energético (TRE), entendida como la rentabilidad en términos energéticos, es decir, el cociente entre la energía obtenida y la utilizada para obtenerla. Ocurre porque llega un momento a partir del cual se consume más energía de la que se obtiene del petróleo que se extrae. A principios de los años 30 se necesitaba 1 barril de petróleo para extraer 100, en los 70 la proporción era 1 a 30 y hoy es 1 a 15 aproximadamente. Para hacernos una idea de la importancia energética del petróleo, los agrocombustibles tienen TREs de en torno a 1 y las renovables entre 2 y 10.

A nivel mundial el pico de extracción fue en torno a 2006, (IEA, 2011) momento en el que la demanda mundial superaba la capacidad de extracción, como ha reconocido la Agencia Internacional de la Energía, desde entonces la tasa de extracción de petróleo convencional declina muy lentamente. Por ello a nivel global, la economía nunca podrá continuar su crecimiento al haber sobrepasado el ritmo de regeneración de gran parte de los recursos naturales renovables y alcanzar la máxima capacidad de extracción de los combustibles fósiles.


El precio del petróleo se disparó al superar la demanda a la oferta, es decir a la capacidad física de extraer petróleo de la Tierra.

Por ello y para paliar los demás impactos del crecimiento económico en la biosfera (deforestación, polución del agua, cambio climático, desaparición de especies…) se hace necesario desarrollar nuevas estrategias y métodos de producción de alimentos que empoderen a las comunidades desde abajo asegurando la soberanía alimentaria y que al mismo tiempo regeneren la perturbada biosfera asegurando unas condiciones de vida dignas para el resto de organismos con el que compartimos Gaia.

En lo que respecta al urbanismo, los huertos urbanos y los jardines o bosques comestibles pueden desarrollarse en solares, áreas periféricas de la ciudad, áreas degradadas, áreas ajardinadas abandonadas, patios, azoteas... Cumpliendo al mismo tiempo diversas funciones: creación de islas de frescor depurando el aire y dando sombra, producción de alimentos y plantas útiles, refugio de la biodiversidad y educación ambiental.

 Diversas funciones que cumplen los bosques.

Uno de los mayores obstáculos para el desarrollo de huertos urbanos y jardines comestibles-medicinales es la falta de espacio. En un futuro próximo el  60 % del espacio público actualmente ocupado por los coches (Cambio Glogal España 2020. Universidad Complutense) para estacionar y circular tiene que ser rescatado por las personas para humanizar las ciudades y hacerlas sostenibles. Los precios de los combustibles debido a la crisis y al agotamiento del petróleo facilitarán mucho esta tarea pues los coches serán artículos de lujo.


El coche es un devorador de espacio



  1. Huertos y permacultura urbana.
La agricultura en áreas urbanas y peri urbanas proporciona alimento a casi 700 millones de habitantes de las urbes del mundo. Zezza y Tasciotti (2010).


Porcentaje de la población urbana que se dedica a la agricultura en diferentes países del mundo.


Un claro ejemplo de esta transición es Cuba, país que vio cortado su suministro de petróleo tras el colapso de la URSS. En este contexto, el gobierno impulsó importantes reformas como convertir la producción agrícola de industrial a orgánica, repartir las propiedades estatales entre cooperativas de campesinos y apoyar proyectos de permacultura y agricultura urbanas.  Campanioni et al (2005)

Un huerto es un terreno de corta extensión donde se cultivan verduras, legumbres y a veces, árboles frutales. Puede complementarse con un gallinero o la cría de pequeños animales. 

La permacultura engloba un conjunto de herramientas, técnicas y conocimientos cuyo objetivo principal es el diseño y desarrollo de hábitats humanos sostenibles que permitan la satisfacción de las necesidades humanas en armonía con el resto de organismos vivos. Para ello es necesario respetar los ciclos y ritmos naturales. Abarca por tanto diversos sectores: vivienda-bioconstrucción, producción de alimentos y plantas medicinales, relaciones humanas desde la colaboración y la cooperación, el asamblearismo etc.

Diferentes ciclos naturales (CO2, nitrógeno, fósforo...) y funciones que se dan en un bosque comestible.

En la producción de alimentos la permacultura imita el funcionamiento de los bosques, ecosistemas que de forma autónoma se regeneran y fertilizan el suelo. Es por ello que la permacultura se conoce también como la agricultura del no hacer: no arar la tierra, no arrancar hierbas adventicias por sistema y por supuesto no utilizar pesticidas ni productos químicos. 

El diseño de un bosque comestible abarca desde la asociación de plantas de todo tipo que cooperen y colaboren entre ellas para alcanzar un ecosistema equilibrado hasta métodos y técnicas para reconstruir y regenerar suelo.

Un bosque comestible debe presentar plantas  de todo porte: herbáceas, arbustivas, arbóreas, trepaderas, así como que cumplan diferentes funciones: leguminosas que fijen el nitrógeno, caducifolias que aporten hojarasca, que actuará como acolchado para retener la humedad y evitar la erosión, así como aportar nutrientes al suelo, plantas que con su porte den sombra a las que lo necesitan etc.

 Diferentes estratos de un bosque comestible

A parte de la producción de alimentos, un bosque comestible es un refugio de biodiversidad, retienen carbono, refrescan el clima local y retienen agua. 

Por todo ello, la permacultura en general y los bosques comestibles en particular presentan un potencial enorme tanto para satisfacer necesidades humanas como para regenerar el planeta al que pertenecemos ante los procesos de desertificación, cambio climático, pérdida de biodiversidad etc. causados por el actual modelo de civilización que no harán más que agravarse en los próximos años.



  1. Estrategias.
Cierre de ciclos naturales: la autogestión de los residuos caseros puede ser clave en un futuro próximo. Las primeras huelgas de recogida de basura se han producido en barrios periféricos y de clases trabajadoras de Jerez de la Frontera. El gallinero es un complemento ideal para el huerto pues las gallinas se comen los deshechos vegetales no aprovechables por el ser humano. Otra manera de aprovecharlos es criando lombrices que generan humus muy nutritivo. Por último las heces humanas pueden gestionarse sin necesidad de desagüe, mediante wc secos donde se depositan en cajones mezcladas con materiales secantes. Estos residuos pueden compostarse de forma tradicional o mediante lombrices dando como resultado un compost apropiado para árboles.


La lombricultura, una gran técnica para reciclar nuestros deshechos orgánicos.

  • Estanques de peces y plantas nitrófilas para orines.
  • Cocinas solares, hornos y calentadores solares con materiales reciclados.
  • Colectores y filtros de agua pluvial.
  • Okupación de casas propiedad de especuladores y bancos.
  • Reparado de ropa y calzado.
  •  
     Cocina solar construida con materiales reciclados: cartón y papel de aluminio.
Huertos urbanos: mediante cesión de un particular, acuerdo con las administraciones locales u ocupaciones vecinales establecer huertas de autoconsumo e intercambio. Los huertos urbanos y los bosques comestibles aseguran la soberanía alimentaria pues conservan variedades y semillas locales.


Bosques o jardines comestibles: mediante cesión de un particular, acuerdo con las administraciones locales u ocupaciones vecinales. El trabajo comienza con la regeneración del suelo desapelmazándolo si este está muy duro o encostrado aunque siempre sin voltear el suelo.

Seguidamente se pueden cultivar especies herbáceas de rápido crecimiento (cobertura de suelo): trébol, altramuz, guisantes… así como “acumuladores dinámicos” especies que captan minerales del subsuelo y que los hacen aflorar cerca de la superficie: consuelda, ortiga, diente de león, así como algunas plantas medicinales y aromáticas: valeriana, borraja, menta.

El crecimiento de estas plantas y las hierbas adventicias se deberá controlar, segándolas de vez en cuando y esparciéndolas sobre el suelo en formación.

Tras este paso opcional se procede a la selección de plantas. El diseño se basa en los niveles anteriormente descritos: árboles, arbustos, trepaderas y hortalizas. Se sigue este orden para situarlos, pero hay que considerar que empezaran a producir en orden inverso, lo cual equivale a que los primeros años las hortalizas ocuparan la mayoría de espacios, después empezaran a desarrollarse los arbustos y finalmente los árboles cubrirán gran parte del espacio, excepto las zonas que nosotros delimitemos.

Un bosque comestible está diseñado para evolucionar con el tiempo: las plantas que predominan al principio pueden dejar paso a otras que ocuparán su lugar.

  1. Experiencias locales.

Granada: Casería de Montijo. Un grupo de 130 parados, acondicionó el cauce degradado de un río, retirando escombros y basuras de diverso tipo para producir alimentos de autoconsumo. La experiencia está siendo un éxito. (1)

Sevilla: Asamblea Pro Huerto Polígono Sur, esta asamblea de vecinos ha propuesto al ayuntamiento la cesión de terrenos en el Parque del Guadaíra para huertas. Ante una posible negativa aseguran que ocuparán ellos mismos el espacio necesario en dicho parque. (2)

Huerto de Julián y Mari y huerto de Joaquín y Paula. Abastecen a unas 85 familias mediante cestas semanales. (3) (4)

Huertos sociales de diferentes parques urbanos. Abastecen a los hortelanos, son refugios de biodiversidad, lugares de encuentro, educación ambiental y socialización.

Huerto del Rey Moro. En pleno centro de Sevilla, se desarrollan actividades muy diversas: bioconstrucción, talleres de pan, proyección de documentales, charlas… (5)

Cantagaia. Proyecto comunitario de permacultura: talleres de cerveza, mosto, pan, bioconstrucción y materiales reciclados han sido realizados ya. (6)

Sembrando los plantones y recuperando semillas de la anterior cosecha en Cantagaia.

El Jannat. Espacio ubicado en Valencina de la Concepción destinado a talleres y cursos de permacultura y autosuficiencia. (7)

Huerto medicinal de San Jerónimo.  Proyecto de Ecologistas en Acción para producir plantas con usos medicinales para generar productos artesanales. Se han impartido ya talleres de jabón, desodorantes, champú, cremas hidratantes, pasta de dientes… (8)

  1. Potencialidades en Sevilla.
Sevilla es una ciudad con grandes oportunidades para desarrollar estas estrategias. Cuenta con importantes parques metropolitanos  ya existentes y propuestos en diferentes planes de ordenación del Territorio, como el POTAUS. Hay propuestas interesantes al respecto como la función de centralidad verde propuesta por Jorge Benavides. (9).

En concreto todo el área de Tablada y los márgenes del río hasta el Parque del Alamillo serían unos terrenos fabulosos para la agricultura urbana previa regeneración y limpieza de un espacio degradado.
La recuperación de espacios ocupados por los coches permitiría crear corredores verdes entre los diferentes parques de Sevilla que deberían de reconvertirse a huertos urbanos y jardines comestibles.

Esto refrescaría el clima local, aumentaría la biodiversidad, crearía espacios de socialización y sentido de comunidad además de potenciar la soberanía alimentaría. Por último ayudaría a cerrar ciclos materiales en la propia ciudad haciéndola más resiliente y menos vulnerable ante las amenazas del colapso civilizatorio.

El área en la actualidad.


El área tras una posible rehabilitación.

  1. Retos.
  • Empoderar a la ciudadanía en el conocimiento de saberes tradicionales útiles.
  • Recuperar espacios privatizados por el poder económico.
  • Investigar  y desarrollar nuevas estrategias  y técnicas de autosuficiencia y sostenibilidad.

Referencias: 

Cambio Glogal España 2020. Universidad Complutense http://www.ucm.es/info/fgu/descargas/cceim/programa_energia_2020_2050.pdf


EEA (2005): Source Apportionment of Nitrogen and Phosphorus inputs into the Aquatic Environment. EEA Report No 7/2005, European Commission, Bruselas.

Funes-Monzote, F. 1998. Sistemas de producción integrados ganadería-agricultura con bases agroecológicas. Análisis y situación perspectiva para la ganadería cubana. Tesis de Maestría. Universidad Internacional de Andalucía, España, 100 pp.

Gever, J., Kaufmann, R., Skole, D. and Vorosmarty, C., 1986. Beyond Oil: The Threat to Food and Fuel in the Coming Decades. Ballinger, Cambridge, 304 pp.

IEA: World Energy Outlook 2011: www.iea.org/weo/docs/weo2011/es_spanish.pdf

López et al, 2002 http://www.unioviedo.net/reunido/index.php/RCG/article/view/1448/1364

OCDE-FAO (2008): Agricultural Outlook 2008-2017. nwww.agri-outlook.org


(1)    http://granadaimedia.com/fin-de-curso-en-los-huertos-de-caseria/
(4)    http://www.comeencasa.net/2012/01/31/el-enjambre-por-una-lechuga-digna/

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El hambre que viene



El hambre que viene: la crisis alimentaria y sus consecuencias. (Paul Roberts,  editorial Información Crónica, 6,5 €)

En esta entrada del blog resumiré las principales conclusiones del libro “El hambre que viene” del periodista Paul Roberts, corresponsal de varios periódicos y revistas en EEUU. Las citas que aparecen son datos que he buscado en otras fuentes para complementar la información.


 Portada del libro.

Debido a las consecuencias del cambio climático, incluso basándonos es las estimaciones más conservadoras, el aumento de las temperaturas y los cambios de los patrones de frecuencia de las lluvias y las tormentas conllevarán una disminución de la producción mundial de alimentos que coincidirá con un crecimiento de la demanda mundial. Sobre 2070 algunos cereales como el trigo serán imposibles de cultivar en lugares donde hoy se crecen con éxito.

Bastante antes de esta fecha, el petróleo, probablemente el insumo más importante de la producción moderna de alimentos (sirve de combustible de los tractores y de toda la cadena de transporte, materia prima de fertilizantes y pesticidas), se agotará irremediablemente pues desde el año 2006 (enlace) se extraen menores cantidades lo que ha provocado que los precios de los alimentos se tripliquen (enlace). La práctica totalidad del desarrollo que este sistema ha experimentado en los últimos cincuenta años, desde la capacidad de aumentar la fertilidad industrialmente hasta la de transportar alimentos a las naciones dependientes de las importaciones, no podría haberse logrado sin la energía barata, y probablemente este sistema no podrá mantenerse en un mundo en que los precios de la energía sean elevados.


 Reparto del trabajo realizado por animales domesticados, seres humanos y máquinas en la economía estadounidense desde 1850 hasta la actualidad.

 Energía aportada por fuentes no renovables (combustibles fósiles y nuclear) vs energía aportada por fuentes renovables (hidroelectricidad, biomasa y alimentos )en la economía de EEUU.

La llamada revolución verde o industrailización de la agricultura aumentó el flujo de energía a la agricultura por 50, en algunos casos por 100. Un estadounidense consume al año de media unos litros de petróleo para su alimentación: 1512 litros de petróleo repartidos de la siguiente manera: 31% para producir fertilizantes inorgánicos, 19% para la operación de maquinaria agrícola, 16% para transporte, 13% para la irrigación, 8% para la crianza de ganado (sin incluir el alimento), 5% para secar la cosecha, 5% para la producción de pesticidas y 8% para usos varios.  Los costes de energía para embalaje, refrigeración, transporte al comercio minorista y la cocina doméstica no han sido considerados en estas cifras pero se estima que para la producción de una kilocaloría de comida se requieren 10 kcal de combustibles fósiles.  (enlace).


 Este gráfico muestra la directa correlación entre la productividad agrícola y el uso de petróleo. (enlace)

La escasez de agua es otra de las grandes amenazas que afectan a los agricultores. La agricultura consume el 75% del agua dulce utilizada por el ser humano y la demanda creciente está agotando los recursos hídricos de todas las regiones del mundo, desde el norte de África y China, hasta EEUU. Los mayores acuíferos de las principales regiones agrícolas del mundo corren el riesgo de agotarse en los próximos treinta años debido a la sobrexplotación ya que se extrae mucha más agua de la que recarga estos acuíferos mediante la infiltración del agua de lluvia. Cada vez hay que cavar más profundamente utilizando más petróleo en los bombeos. (enlace). Menos de un 0,1% del agua subterránea almacenada extraída anualmente es remplazada por las precipitaciones. El gran acuífero Ogallala que provee a la agricultura, la industria y el uso doméstico en gran parte de los estados de las llanuras del sur y el centro sufre un uso excesivo de un 160% sobre su tasa de recarga. El acuífero llegará a ser improductivo en algunos decenios. (enlace).

Extracción de agua, agricultura y petróleo están muy interrelacionados: un claro ejemplo es Arabia Saudí donde se irrigaban terrenos en el desierto para producir cereal. El agotamiento de los acuíferos y la necesidad de usar este agua para extraer el petróleo han forzado a esta dictadura fundamentalista apoyada por EEUU y la UE a acaparar tierras en países empobrecidos para asegurarse su abastecimiento de alimentos a expensas de las poblaciones de estos desdichados países.(enlace).

La uniformidad en el cultivo de especies ha provocado que la humanidad se alimente de unas cuantas especies de cereales, leguminosas y animales. Además las plantas se han diseñado de forma que puedan recogerse fácilmente de forma mecanizada en grandes explotaciones. Para ser más competitivas las grandes explotaciones pecuarias aumentan la producción para reducir el coste por unidad además de externalizar los impactos derivados de los residuos que generan y explotar a una mano de obra precaria mayormente emigrante.  

 Fast food nation es una buena película para ilustrar este tema.

Por ejemplo en EEUU para que una granja de pollos fuera rentable tenía que producir en torno a 32 millones de estas aves al año. A día de hoy debe producir 260 millones. Los pollos en EEUU consumen una sexta parte de los cereales producidos en un año.

La producción de alimentos, aparte del agotamiento del petróleo, del cambio climático, la pérdida de suelos por erosión y de la escasez de agua por la sobrexplotación de los acuíferos, sufre una seria amenaza: la proliferación de plagas y enfermedades infecciosas. Un sistema basado en la producción y distribución de grandes volúmenes, bajos costes y distribución rápida a nivel mundial conlleva que ciertos agentes patógenos que en el pasado parecían aislados, puedan hoy en día propagarse entre países y regiones con mucha más facilidad. La velocidad de la distribución provoca que los alimentos contaminados lleguen a los hogares de los consumidores mucho antes de que se detecte el problema.

El aumento de enfermedades de origen alimentario es un fenómeno común aunque el riesgo es mayor en países empobrecidos. El ansia por producir proteínas baratas ha proporcionado a los agentes patógenos todas las facilidades para entrar en el sistema de producción y distribución de alimentos sin que empresas ni estados puedan impedir que se conviertan en pandemias.

Estos microrganismos son extraordinariamente resistentes y potentes: una única gota de sangre de pollo contaminada por Campybacter basta para producir fiebre, calambres y dolor abdominal. Por su parte, la salmonela permanece con vida en los congeladores y no la mata el alcohol de 42,5º.

Las enfermedades ligadas a la producción de alimentos se explican por el hacinamiento de los animales en granjas donde conviven con sus propias heces y orines, por la producción a gran volumen que requiere una manipulación en grandes cadenas de despiece, envasado y transporte a nivel mundial que hace que lo patógenos se distribuyan en pocos días. Otro factor a tener en cuenta es el diseño de animales destinados expresamente a producir mucha cantidad de carne de ciertas partes: pechuga en pollos, lomos en terneras... esto provoca que casi todo el alimento ingerido por estos animales se destine a producir carne de estas partes debilitando así el sistema inmunológico y el esqueleto. Además la alimentación basada en cereal, que contiene muchos azúcares, provoca acidificación en el estómago de estos animales que tienden a desarrollar enfermedades del aparato digestivo.

Para luchar contra estas enfermedades se produce una guerra armamentística similar a la eliminación de insectos en la agricultura. Grandes cantidades de antibióticos provocan que los patógenos se hagan cada vez más resistentes. La industria pecuaria consume la mitad de los antibióticos mundiales.

La gripe aviar, porcina, el H5N1, los pepinos infectados por E. Coli etc... no son más que los primeros avisos ante una posible pandemia mundial que se pueda descontrolar. El cada vez más agotado petróleo provocará unos rendimientos cada vez menores en el sector de la producción de alimentos también. El sistema se adaptará disminuyendo costes lo que puede llevar a  menor prevención y control de enfermedades.

La producción de carne es una actividad que genera graves externalidades en forma de residuos además de requerir grandes insumos de cereal. A nivel medio se necesitan 20 kg de cereal para un kg de carne de vacuno 7,3 kg para un kg de cerdo y 4,5 kg de cereal para un kilo de pollo.


Quien centra su dieta en la carne para conseguir 2.500 calorías requiere una hectárea y media de terreno destinado a ganado. Si la misma persona basa su dieta en trigo, podrá alimentarse con la octava parte de una hectárea. Media hectárea cultivada con arroz y legumbres puede dar de comer a seis personas. (enlace) En Sudamérica, casi el 75% de la superficie forestal ha desaparecido para ser convertida en pastizales. En China el pastoreo excesivo transforma en desierto unos 3600 km2 al año. (Una tercera parte de la provincia de Sevilla).


En EEUU, en cambio, el 90 % de la cosecha de cereales -maíz, centeno, avena y soja-, descartando las exportaciones, se destina a la fabricación de piensos para el consumo animal. El 40% del maíz es para producir agroetanol, es decir que alimenta a los coches no a las personas. (enlace)


¿Alimentar a personas o a coches?


Como hemos visto, tres recursos básicos están disminuyendo en todo el planeta: tierra, abonos y agua. La producción de carne no sólo esquilma los dos primeros, sino que despilfarra grandes cantidades de agua. Un huerto utiliza 1.300 litros de agua diariamente para producir el alimento de una persona vegetariana. La dieta occidental media consume en cambio 10.000 litros diarios para alimentar únicamente a una persona. Producir un Kilo ce carne nos cuesta a la humanidad veinticinco veces más en recursos que el mismo Kilo de vegetales. (enlace)


Huella hídrica de diferentes productos.
Según un estudio del banco mundial, sobre el año 2050 el mundo tendrá que alimentar al doble de personas con la mitad del suelo (enlace). La pérdida de suelos es producida por métodos de producción muy agresivos que dejan el suelo completamente desnudo y desprotegido ante las lluvias. Recordemos que el precio de los fertilizantes sintéticos no hace más que aumentar debido a la escasez de petróleo y próximamente gas natural cuyo precio se ha multiplicado por 3 desde 2002.

 Un suelo maduro puede tardar siglos en formarse mediante la simbiótica relación entre plantas, bacterias, hongos, pequeños animales, roca, agua y aire.

Se requieren 500 años para formar 3 centímetros ce capa superior de suelo (enlace). En un entorno natural, la capa superior del suelo está compuesta de materia vegetal descompuesta y de roca descompuesta, y está protegida de la erosión por plantas en crecimiento. En un suelo ocupado por cultivos intensivos, la erosión reduce la productividad hasta en un 65% por año.





Las principales funciones ecosistémicas que cumplen las cubiertas vegetales son las siguientes:


  • Reducen drásticamente las pérdidas de suelo causada por la erosión.



  • Aumentan la infiltración de agua en el suelo, especialmente en periodos intensos de lluvia recargando los acuíferos.



  • Reducen la evaporación del agua del suelo en la primavera y verano.



  • Aumentan la biodiversidad: Conservan la mesofauna del suelo (artrópodos, Lombrices) y las poblaciones de aves que nidifican en el suelo.



  • Atraen las precipitaciones a través del mecanismo de bomba biótica: la vegetación retiene el calor emitido por el Sol que se libera mediante la respiración de las plantas durante la noche emitiendo CO2 y vapor de agua que condensan la humedad del ambiente y atraen vientos húmedos del Océano Atlántico adyacente. Se calcula que en torno a la mitad de las precipitaciones del Amazonas responden a este mecanismo. (enlace)


 

Además, el aumento en el uso de abonos sintéticos nitrogenados que se infiltran en el suelo y aceleran la contaminación de los sobrexplotados acuíferos. Este nitrógeno se oxida formando óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero que junto con el metano producido por la cabaña ganadera aceleran el calentamiento global.

El uso de pesticidas u plaguicidas tiene graves externalidades. Los organofosfatos y carbamatos fueron incluso probados como gases nerviosos por algunos ejércitos. Los insecticidas empleados matan no sólo a los insectos que comen la cosecha sino a los insectos beneficiosos como abejas y otros polinizadores y organismos que contribuyen al equilibrio, el reciclado de nutrientes, el ciclo del agua y la productividad de los suelos.

Los pesticidas y herbicidas, al igual que los antibióticos suelen requerir mejoras y modificaciones ya que dejan de funcionar ante la resistencia que crean los insectos y plantas silvestres.

En cuanto a la pesca, según la ONU el 80% de los grandes bancos de peces está sobrexplotado. Por último, decir que la acuicultura actual es igualmente parte del problema solución ya que los peces en cautividad se crían con pienso de otros peces menores capturados en alta mar y por la contaminación provocada por los excrementos de los peces criados en cautividad.