El pasado jueves fue presentado
en Sevilla el libro editado por Ecologistas en Acción “Agrietando el futuro. La
amenaza de la fractura hidráulica en la era del cambio climático”. El
coordinador de dicha obra Pablo Cotarelo detalló en la presentación los impactos
de esta técnica de extracción de petróleo o gas no convencional. Dichos
hidrocarburos se encuentran confinados a grandes profundidades (varios
kilómetros) en vetas de roca de pizarra, para extraerlos es necesario perforar
el suelo y subsuelo hasta alcanzar las vetas que contienen el gas o petróleo de
forma dispersa, posteriormente se inyectan grandes cantidades de agua y arena a
presión así como productos químicos muy contaminantes.
En este proceso se puede provocar
la liberación de los productos químicos y del gas natural a acuíferos
subterráneos provocando su contaminación, también se puede liberar gas natural
a la atmósfera, siendo este un gas de gran potencial de efecto invernadero.
Existen también antecedentes de pequeños terremotos en Inglaterra asociados a
la fractura hidráulica, a su vez esta técnica acarrea un gran consumo de agua y
la generación de aguas residuales contaminadas pudiendo llegar éstas a ser
radiactivas. La fractura hidráulica implica también un gran impacto visual
sobre el terreno puesto que los pozos están al aire libre y es necesario
realizar aplanamientos de terreno y una red de conexiones viarias para un alto
trasiego de camiones.
Cartel exhibido en una de las manifestaciones contra el Fracking.
Según los datos presentados sólo
se consigue recuperar entre un 20 y un 80% de los líquidos corrosivos que se
inyectan. La enorme sed de hidrocarburos del sistema urbano-agro-industrial se
explican por el hecho de haber sobrepasado el cenit de máxima producción de
petróleo convencional, mucho más fácil y menos costoso energéticamente de
extraer que los no convencionales y por lo tanto más económico de explotar.
Para hacernos una idea la tasa de
retorno energético (TRE), que es la cantidad de energía que se obtiene tras un
gasto energético, del petróleo convencional
en 1930 era de 100 barriles por cada barril que se quemaba, en 1970 esa
proporción bajo de 30 a 1, actualmente es inferior a 20. Los petróleos no
convencionales tienen TREs entre 3 y 5. En 1965 en torno al 3% del consumo de
petróleo mundial estaba basado en no convencionales, hoy en día conforman el
20%. Se estiman necesarias TREs de en torno a 20 para que funcione un sistema
productivo complejo industrial y globalizado como el actual.

Tasas de retorno energético de diversas fuentes.
En nuestra comunidad autónoma
existe la amenaza de la fractura hidráulica ya que la Junta de Andalucía autorizó
recientemente 18 proyectos de investigación a empresas del sector de los
hidrocarburos en las provincias de Sevilla, Jaén y Córdoba que lo extraerían
mediante estas técnicas tan agresivas.
Es por ello que los movimientos
afines al ecologismo social y político deben permanecer en guardia y estar
atentos ante los movimientos que la administración y las empresas de
hidrocarburos realicen. Para ello se está creando una plataforma andaluza
contra la fractura hidráulica que además tiene como objetivo divulgar y
concienciar sobre este fenómeno.
Portada del libro.
Gasland: Interesante deocumental sobre la fractura hidráulica en EEUU:
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